He recopilado muchas imágenes en mi cabeza, las personas llaman a esas imágenes, recuerdos. 


He almacenado recuerdos desde que nací…










He recorrido un sinfín de caminos, caminos que no me han llevado a ninguna parte y a la misma vez a todos lados. Cada paso que di se encuentra en alguna parte, de algún lugar y cada de esos pasos define lo que soy en este instante.  


Recorro cada paso con la esperanza de volver, siempre volvemos a los lugares donde fuimos felices. Ciertos lugares desaparecen, se olvidan o simplemente cambian, nunca nada puede volver hacer lo que fue. 








En mi mente tengo recuerdos vagos de cuando era niña, me gustaba buscar cosas que no se me había perdido, también me gustaba jugar con mi papá y los abrazos de mi mamá. Siento que fui feliz aunque no me acuerde de mucho. No recuerdo la primera vez de muchas cosas, no se cuando fue la primera vez que me sentí feliz o triste, tampoco recuerdo cuál fue mi primer disfraz de halloween o aquella vez que mi papá mi me monto sobre un rinoceronte, pero si recuerdo, el amor que me dio mi mamá y con el amor que me miraba mi papá.  


La mayoría de mi vida la he pasado en la casa de la calle 13b con 19, aquí han vivido mis bisabuelos, mis abuelos, mis padres, mis tíos, mis primos y mis hermanos. Esta casa es roja por fuera e intenta ser blanca por dentro, dos pisos, siete habitaciones, un balcón y un montón de recuerdos viven dentro de ella. El tiempo se ha atascado en  pequeños detalles que poco a poco se envuelve en idea del olvido.








Intento reflexionar sobre esta idea que tengo en mi cabeza, sobre el tiempo y la cámara. Quisiera volver aquellos momentos donde fui feliz, pero nada vuelve a ser lo que ya fue, estoy terriblemente obsesionada por los recuerdos.



En 1895 los hermanos Lumiere exhibieron por primera vez el cinematógrafo, proyectando la primera película de la historia. Ese momento también fue la primera vez se capturo un fragmento del tiempo.  

 

Un video o una fotografía es como un recuerdo atrapado.

El cinematógrafo desafío todas las leyes del espacio y tiempo.
















Cuando pensamos en algo que ya pasó, eso es un recuerdo.







Los recuerdos me hacen extrañar a personas que ya no están. 
 
Puedo almacenar recuerdos en mi mente pero también puedo capturarlos y volver a ellos. 



Muchos años después… Gracias a los Lumiere puedo capturar un fragmento del tiempo, guardarlo, reproducirlo y manipularlo. Puedo volver a un momento que ya pasó, puedo volver en el tiempo, puedo ver aquella persona que ya se, puedo ver la juventud, puedo ver lo que fue y lo que ya no es.




También recuerdo el día en el que las torres gemelas salieron por las pantallas de todos los televisores del mundo y nunca podré olvidar las calles de las ciudades más importantes  vacías debido a un debido a un terrible virus.



Recuerdo la primera vez que vi a mi hermano y la primera vez me dolio el corazón por alguien. 
Todo ha cambiado desde el día en el que nací hasta el día de hoy. Yo he cambiado, las personas han cambiado, el mundo ha cambiado.











Volver en el tiempo es volver en el cambio, el cambio no se puede deshacer, nada vuelve hacer como antes, este momento no volverá, pero quedará en algún lugar, así como esta casa, que recolecta los momentos de las personas que están en ella, el tiempo se detiene en esta idea vaga de los recuerdos, la nostalgia de aquellos instantes que se fueron. 


Me he devuelto en el tiempo y he me situado en aquel sentimiento, en aquellos instantes que hizo lo que soy. La vida es una constante turbulencia, llena de caminos sin sentidos.


No hay un día sin que no amanezca. 


Hoy me he perdido en un túnel del tiempo, vuelvo en imágenes que inmortalizaron aquellos momentos, recuérdame, gritan con la esperanza de volver a ser lo que ya fue.

Está casa jamás podrá volver a ser lo que fue, es lo que hay. 


El tiempo ante mis ojos es una alucinación que creí tener, recordé, que no puedo olvidar. Ningún momento duró lo suficiente y todo tiempo pasado fue mejor, podemos volver en aquellas imágenes pero jamás volveremos a ese preciso momento, a esa experiencia única e irrepetible.







El presente soy yo hablando frente a mi testigo principal, esta cámara, soy la actriz principal de los fragmentos de tiempo. Mí mente es una colección de recuerdos subjetivos y de recuerdos alterados. Cada acto que damos marca un espacio en algún lugar del universo, hoy inmortalizó un fragmento del tiempo, aquí y ahora. 


Yo me la he pasado yendo y viniendo, y como todos siempre vuelvo a esta casa, es como volver en el tiempo, esta casa recolecta historias, historias que solo pueden sobrevivir si son recordadas, esto es una promesa de duración más allá del tiempo. El pasado se cuenta a través de los recuerdos, mi presente se contará a través de estas imágenes y este preciso momento se repetirá, un fragmento de un tiempo pasado.  











Yo me la he pasado yendo y viniendo, y como todos siempre vuelvo a esta casa, es como volver en el tiempo, esta casa recolecta historias, historias que solo pueden sobrevivir si son recordadas, esto es una promesa de duración más allá del tiempo. El pasado se cuenta a través de los recuerdos, mi presente se contará a través de estas imágenes y este preciso momento se repetirá, un fragmento de un tiempo pasado.   


Está casa al igual que mi mente alberga el tiempo, mi presente soy yo convirtiendo estas palabras en imágenes y el futuro serán ustedes viendo este corto. El presente se convertirá en el futuro y el futuro se convertirá en pasado.




He vivido en  esta casa durante mucho tiempo, aquí pasé mis primeros años de vida, mi niñez, mi adolescencia y mi adultez. Esto se ha repetido generación tras generación, desde mis bisabuelos, hasta mi hermano, todos han nacido, vivido y muerto aquí, en la casa de la calle 13b con 19. 


Esta casa es roja por fuera e intenta ser blanca por dentro, dos pisos, siete habitaciones, un balcón y un montón de recuerdos viven dentro de ella. El tiempo se ha atascado en  pequeños detalles y poco a poco se envuelve en idea del olvido. 


Hace ya más de un siglo, mis bisabuelos llegaron a esta casa desde la cumbre con sus once hijos, ellos también pasaron sus primeros años de vida, niñez, adolescencia, adultez y muerte, en esta casa. Este lugar ha visto ir y venir a muchos Ortiz, Ospina y Mirallez, año tras año, generación tras generación, hasta llegar al día de hoy. 






Hoy me he perdido en un túnel del tiempo, vuelvo en imágenes que inmortalizaron aquellos momentos, recuérdame, gritan con la esperanza de volver a ser lo que ya fue.

Está casa jamás podrá volver a ser lo que fue, es lo que hay. 


El tiempo ante mis ojos es una alucinación que creí tener, recordé, que no puedo olvidar. Ningún momento duró lo suficiente y todo tiempo pasado fue mejor, podemos volver en aquellas imágenes pero jamás volveremos a ese preciso momento, a esa experiencia única e irrepetible que es vivir.











...